Como parte estratégica de rehabilitar el Paseo de Diego (ubicado en el casco urbano de Rio Piedras) determinamos una secuencia de eventos que dan paso al deterioro físico y poco productivo del sector. Los espacios remanentes inicialmente abandonados por el perfil económico y la improvisada planificación urbana del sector, comienzan a mostrar síntomas de mutación hacia otros escenarios. Una movilización comercial hacia las afueras del Paseo de Diego, nutridas por la presencia de la Plaza del Mercado junto a calles transitables, convierten este espacio en el nuevo centro de compras que identificamos como “Paseo Extendido”. Como contribución a revalorizar grandes fragmentos de la cuidad planteamos como las extensiones y espacios urbanos (como el Paseo De Diego) necesitan de nuevos andamiajes. Que cada vacio abandonado sirva de anclaje para el crecimiento de la trama urbana. De modo que cada superficie de la ciudad, ya sea residencial/comercial/peatonal ó vehicular sea un espacio variado y a la misma vez sea parte integral de la arquitectura misma.
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